¿Es José Mourinho el
mejor entrenador de fútbol del mundo? Él cree que sí.
En el final de la
serie ‘The Sopranos’, Tony (el jefe de la mafia, interpretado por James
Gandolfini) Cae en coma y mientras él se aferra a la vida, sus subordinados
pugnan por su sucesión. Tony finalmente se recupera y vuelve al trabajo, pero
encuentra una pérdida de fe en su liderazgo. Cuando se desmayó en una boda, sus
hombres lo rodearom como los tiburones. Y así es que él decide que tiene que
hacer algo al respecto.
La oportunidad se
presenta cuando todos sus hombres están sentados comiendo un día. Él mira
alrededor de la habitación -Sil, Paulie Walnuts, Bobby Bacal- antes de que su
mirada se posará sobre el nuevo chico, quien le ha estado dando vueltas:
"Músculos Marinara" Perry Annunziata.
Es un doble de Vin
Diesel; joven, fuerte y duro pero también viciado: es un exaltado y sin
experiencia. "¿Cuál es tu maldito problema?" Dice Tony tirando la
puerta del refrigerador antes de iniciarse la disputa. Se pelean y Tony le
destruye, antes de mirar hacia abajo y declarar, "¿Cómo es eso, eh?
¿Tienes algo más que decir?" El mensaje ha sido enviado. Las aletas se
desvanecen desde el agua.
En una lectura de los
acontecimientos, que pueden o no ser exactos. Algo muy similar ocurrió en Stamford
Bridge el verano pasado. José Mourinho llegó y por primera vez en su carrera
profesional como entrenador precoz, era vulnerable; había llegado después de
tres (3) irritantes años en el Real Madrid y fue su primera temporada sin haber
podido ganar ni un trofeo.
Miró a su alrededor en
el vestuario -John Terry, Lampard, Cole- y, finalmente, su mirada se centró
sobre Juan Mata. 25 años, un artesano con el balón, votado por los fans como su
jugador favorito las dos (2) últimas temporadas. Derribarlo haría que el resto
supiera quién era el jefe, que nadie es intocable. Y eso fue exactamente lo que
hizo Mourinho. El Chelsea, un club que en los últimos años ha parecido una
prisión administrada por sus propios internos, estaba bajo el control de la
nueva (vieja) gestión.
***
Antes de que José
Mourinho comenzará su nuevo trabajo, envió una carta abierta a los que pronto
serían sus compañeros de trabajo. La primera vez que lo hizo, fue en enero de
2002, en el FC Porto, fue una verdadera pieza de papel, pero el portugués ha
evolucionado con los tiempos.
"En este momento,
tenemos una aplicación en nuestros teléfonos y en nuestros iPads",
Comenta, en referencia al mensaje que llegó a las bandejas de entrada de los
jugadores del Chelsea el verano pasado. Los labios de Mourinho esbozan una
delicada sonrisa, "Así que ninguna carta de papel más."
Las instrucciones
básicas que retransmite al grupo casi no han cambiado de forma significativa en
más de una década de gestión. Mourinho siempre esboza su creencia de que el
fútbol es un esfuerzo colectivo y que cada individuo tiene que anteponer el
equipo a su ambición personal. Él promete ser justo, pero recuerda a los
jugadores que cada decisión que tome será la mejor para los intereses del club.
Aun así, él sabe que los futbolistas tienen egos, por lo que deja en claro que
si se comprometen plenamente con su forma de trabajar, va a dedicar cada átomo
de su ser para hacer que los jugadores lleguen a su nivel máximo.
Este documento se
convierte en casi un acuerdo contractual entre el manager y los jugadores, un
resumen escrito de lo que espera de sus jugadores y lo que obtendrá a cambio.
"¡Sí! ", dice Mourinho. “Ya no está el: Te respeto, porque eres el
manager."
El jugador de fútbol
de hoy, en términos generales, sólo está dispuesto a dar cuando recibe. Es algo
así como: "Te respeto porque eres bueno; Te respeto porque eres honesto
conmigo; Te respeto porque me estás haciendo mejor jugador". Ya no está el
"Te respeto porque eres el manager, un poco como te respeto porque eres el
policía."
La forma de trabajar
de Mourinho no funciona para todos. En el Real Madrid, fue pública la mala
relación con dos galácticos: Iker Casillas y Sergio Ramos, tal vez el portero y
el defensa más venerados en el mundo, respectivamente.
Se filtró en los
periódicos que después de una derrota ante el Barcelona, hubo una discusión en
la que Ramos dijo a Mourinho: "Como nunca has sido jugador, no sabes lo
que a veces sucede." También se comentaba que Mourinho y Cristiano Ronaldo
apenas se hablaban al final de su estancia en España.
Pero los métodos no
tan convencionales de Mourinho también han creado un pequeño ejército de
jugadores que son sus acólitos. Zlatan Ibrahimovic, afirmó que el técnico
portugués le hizo "sentir como un león". El mediapunta holandés
Wesley Sneijder fue más lejos: "Yo estaba preparado para matar y morir por
él". Cuando la madre de F. Lampard murió en 2008, Mourinho le llamó por
teléfono todos los días, dándole sus condolencias y ofreciéndole asesoramiento.
Mourinho ni siquiera era su manager para ese entonces y era muy probable que
Lampard no volviera a jugar a sus órdenes de nuevo:
"Él es el manager más protector y más leal con el que he trabajado", dijo Lampard recientemente. "Podría no ser imparcial, porque me encanta el hombre, pero él lo hace al instante. Él trae el éxito inmediato"
A medida que leía la
hoja de 'antecedentes penales' de Mourinho, con los que lo odian y los que
creen en él, su expresión se mantiene neutral, como si en una cena dijeran los
especiales y él ya tuviese tomada la decisión de que pedir.
"Es imposible
hacer a todos los jugadores mejores, con unos pocos no tengo éxito y a otros no
los puedo mejorar. Pero -si voy jugador por jugador- mi porcentaje de jugadores
que alcanzan sus mejores años y los mejores momentos de su carrera conmigo, es
enorme. Por supuesto, hay algunos con los que la conexión no fue buena, porque
las personalidades no encajaban o porque no disfrutaba trabajando con ellos.
Pero puedo asegurar que ese porcentaje es mínimo."
No debería sorprender
a nadie que Mourinho divida vestuarios; divide a todos los que les gusta el
fútbol así que básicamente, divide el mundo. Sus logros son indiscutibles. Él
es el único entrenador del mundo que ganó los títulos de liga en Inglaterra,
Italia, España y Portugal, pero es consciente de que la mención de este hecho
es como poner tus notas de la secundaria en tu CV.
Él ganó la Champions
League dos (2) veces con los dos equipos más débiles, hablando objetivamente
(Porto - 2004 y el Inter de Milán - 2010) en los últimos 10 años. También ha
ganado una serie de copas y Supercopas en todos los países, pero su récord más
llamativo es que sus equipos casi nunca pierden los partidos en casa. Mourinho
no construye equipos, recluta guerreros espartanos preparados para defender su
ciudadela hasta la muerte.
Así las cosas,
cualquier equipo debería estar desesperado por tener a Mourinho como
entrenador, pero no siempre fue así. Fue entrevistado para el puesto en
Barcelona en 2008, pero los catalanes optaron por Pep Guardiola, en ese momento
sin experiencia y siendo la antítesis de Mourinho. El Manchester United podría
haber perseguido a Mourinho para sustituir a Sir Alex Ferguson, pero las
órdenes desde Old Trafford fueron que no les gustaba la tendencia del portugués
de cambiar de club cuando se aburre, prefiriendo a alguien para largo plazo.
Hay un rumor de que
Mourinho lloró cuando se enteró de que no había sido el elegido para el puesto,
pero él reiteradamente niega que alguna vez estuviera cerca. A algunos expertos
como Johan Cruyff, no les gusta el estilo de fútbol con el que sus equipos
juegan, mientras que casi todo el mundo lo encuentra arrogante, posiblemente,
incluso narcisista.
Mourinho ha oído de
todo en su vida, y tal vez lo más sorprendente es que realmente no parece
importarle. Por supuesto, él es consciente de que como entrenador de fútbol sus
acciones son examinadas como casi en ninguna otra profesión. Incluso los
primeros ministros y presidentes lo tienen más fácil la mayoría de sus días en
comparación con él. Sus éxitos son públicos, pero también lo es cada fracaso.
Si, por ejemplo, Juan
Mata florece como un jugador en el Manchester United, la gente va a querer
saber por qué lo vendió. Si él resopla porque Arsène Wenger se está siempre
quejando -como en enero pasado- se enterará a los pocos minutos y habrá
consecuencias. La historia le puede mostrar que su jefe, Roman Abramovich, ha
despedido a seis managers perfectamente reconocidos desde que Mourinho fue
desechado en septiembre de 2007.
¿Encuentra el trabajo
de entrenador de fútbol como estresante? "No", responde tajante.
"Encuentro que la vida es estresante a veces. No en Londres, pero en
Madrid y en Italia era estresante." ¿Que lo mantiene despierto por la
noche? "Nada", dice, y estalla en carcajadas.
"Nada! Duermo
siete u ocho horas cada noche." -Hace una pausa- "No puedo comparar
mi trabajo con el de un médico que está haciendo una operación de corazón. La
diferencia es que millones de personas conocen el resultado de mi trabajo y las
únicas personas que conocen el resultado del suyo son la familia de la persona
que está en la mesa de operaciones. Pero él tiene muchas más responsabilidades
que yo. Por eso a veces siento que ganamos mucho dinero en comparación con las
personas que hacen mucho más que nosotros por el beneficio de la
humanidad"
“¿Qué es el fútbol? El
fútbol es emoción. Nada más que eso."
***
Era aún más mayor y
probablemente más sabio el Mourinho que volvió a Londres el pasado verano. La
primera vez, tenía 41 años, simpático y bronceado. Cuando fue presentado a la
prensa en 2004 dijo su célebre frase: "Yo no soy el que viene directamente
de una botella. Soy The Special One" Los aficionados del Manchester City
trataron de difundir que su distintivo abrigo gris pizarra era de Matalan, pero
en realidad fue hecho por Armani. Ese detalle era suficiente para decirnos que
estábamos entrando en una nueva era.
Ahora Mourinho tiene
más canas que para ese entonces, más de la mitad de los managers de la Premier
League son más jóvenes que él y parece haber decidido no estar demasiado
obsesionado con lo que lleva puesto. En estos días, se le ve en la banda del
campo con ropa de entrenamiento o abrigos deportivos.
"Me pongo ropa
para sentirme bien, no para verme bien", explica. "A veces puedo
llevar un chándal, otras veces una corbata y una chaqueta, depende de las
circunstancias, pero nunca estoy preocupado por estar a la moda o algo así. Lo
importante es el sentirse bien"
No estoy totalmente
seguro de eso. Esta tarde de invierno, en un estudio fotográfico en Fulham a
medio camino entre su piso de Eaton Square y Stamford Bridge, Mourinho se
convierte en imagen de prendas de punto de buen gusto y sastrería. Lleva un
cardigan cruzado, camisa de franela -más bonita de lo que parece- y un chaleco
de Zegna. Su corte de pelo antes de Navidad ha crecido algo y se ve mucho mejor.
¿Cómo es él en
persona? La única respuesta que puedo ofrecer es: ¿Cómo imaginas que es José
Mourinho? Él es así. Esto en sí es extraordinario, es único entre los
personajes famosos que he encontrado.
Los famosos siempre te
sorprenden por lo menos en uno o dos aspectos: son más cortados o más elegantes
o más gruñones de lo esperado. Mourinho es como el Mourinho de la tele y los
titulares de prensa, pero un poco menos extremo e indignado, el volumen de su
voz es menor.
Él no es exactamente
encantador, pero es enormemente carismático. Él tiene una habilidad ingeniosa
de hacer líneas básicas de sonido, que aprendes a no tomarlas a personal
después de un tiempo. Por ejemplo, Yo había escuchado que le gustan los coches,
tiene unos cuantos y este año un exclusivo superdeportivo que llevará su
nombre. Así que pregunto si los coches son importantes para él. Él hace una
mueca sobresaliendo su labio inferior: "No". Seguimos adelante, es un
intelecto temible, siempre un paso por delante.
Uno de los rasgos de los jugadores de hoy es la vanidad. "Muchas veces en el Real Madrid, los jugadores hacían cola delante del espejo antes del partido mientras que el árbitro los esperaba en el túnel", recuerda.
"Pero así es la
sociedad actual. Los jóvenes se preocupan mucho por esto: son veinteañeros y yo
estoy en los cincuenta, si quiero trabajar con niños tengo que entender su
mundo. ¿Cómo puedo evitar que mis jugadores estén en el bus haciendo, eh, ¿cómo
se llama? Tuiteando y estas cosas? ¿Qué puedo hacer para que mi hija y mi hijo
no hagan lo mismo? Nada, tengo que adaptarme a estos tiempos.
Mourinho acepta que el
fútbol es un juego menos inocente que cuando llegó por primera vez al Chelsea
hace una década. Él fue traído por Abramovich, magnate del petróleo, que no
mucho antes había comprado el club por 140 millones de libras, sin molestarse
siquiera en regatear. En un (1) mes, el ruso había gastado 100 millones de
libras, una cantidad insondable en aquel entonces, en los nuevos jugadores.
Ahora, por supuesto,
los inversores extranjeros es algo muy común: poseen participaciones en 10 de
los 20 clubes de la Premier League y muchos en las divisiones inferiores. Los
salarios de los jugadores se han inflado de forma brutal. Es una época en la
que Tom Cleverley, puede lanzar su propia marca de ropa.
"Yo soy manager
desde el año 2000, así que estoy en mi segunda generación de jugadores. Lo que
siento es que antes, los jugadores estaban tratando de hacer dinero durante
toda su carrera, ser rico al final de su carrera. Pero en este momento, las
personas que los rodean tratan de hacerlos ricos antes de comenzar su carrera.
-Se ríe sin ganas-. "Ellos tratan de hacerlos ricos cuando firman su
primer contrato, cuando no jugaron ni un solo partido en la Premier League,
cuando ellos no saben lo que es jugar en Champions. Esto pone a los clubs en
condiciones difíciles a veces."
¿Y esto hace que el
trabajo de Mourinho sea más difícil? "Tienes que encontrar al chico
correcto: el chico que quiere tener éxito, tiene orgullo y pasión por el juego.
Su sueño no es ganar un millón más o uno menos, su sueño es jugar al más alto
nivel, para ganar títulos, porque si haces estas cosas serás rico al final de
tu carrera. Así que estamos trabajando duro para dar la mejor orientación a los
jugadores jóvenes, para que sigan los ejemplos de los chicos del pasado, los
Lampards, los Terrys, que siempre fueron fanáticos de las victorias."
***
La rehabilitación de
John Terry - y, en menor medida Lampard - ha sido una de las firmas de esta primera
temporada de Mourinho en Inglaterra. Varios managers, empezando por André
Villas Boas y Rafa Benítez, habían puesto en marcha el desmantelamiento de la dependencia
del Chelsea de la vieja guardia.
Mourinho llegó
probablemente desde la dirección opuesta: si bien reconoce plenamente que el
club tuvo que reconstruirse, decidió poner a Terry y Lampard en frente y como
centro del proceso. En cambio, se colmó de presión sobre Mata: consistentemente
brillante, cortés, modesto, un modelo de profesional.
Inmediatamente, esta
estrategia parecía mostrar a Mourinho en un momento más contrapuntístico: ¿el
mundo piensa eso? Idiotas! Ciertamente, sólo Mourinho podría haber salido con
la suya. Tal vez él eligió hacerlo porque quería imponer su autoridad, o tal
vez era porque acababa de tener la nariz ensangrentada en el Real Madrid. Pero
ciertamente se ha comprometido a ello y los primeros signos son que el Chelsea
está yendo en la dirección correcta.
"Terry y Lampard
son muy, muy importantes", dice Mourinho. "Fue muy importante para mí recuperarlos."
***
Nos encontramos con
Mourinho a finales de enero, poco antes del cierre del mercado de fichajes y el
técnico pasó los primeros cinco minutos mirando su teléfono móvil. "Ahora
es el momento de vender jugadores, comprar jugadores, cederlos, todas estas
cosas" finalmente, dice mirando hacia arriba. "Así que, incluso si no
estoy en la oficina, estoy trabajando en el teléfono."
Es un impresionante
despliegue multi-tareas: en las páginas de deportes del periódico de la mañana
siguiente, la noticia principal es que el Manchester United estaba cerca de acordar
los términos con el Chelsea por Mata, una transferencia que efectivamente reporto
una cifra récord con 37.1 millones de libras.
La toma modelo de Mourinho, aceptada por los fans y detractores, es que tuvo una insignificante carrera como jugador. Nacido en Setúbal, al sur la refinada ciudad de Lisboa, su familia tenía profundas raíces en el mundo del fútbol: su padre Félix era portero, alguna vez internacional con la selección portuguesa; su tío Mario Ledo, quien era dueño de una fábrica de sardinas, construyó el estadio de fútbol para el equipo local, Vitória de Setúbal. Mourinho fue defensa y en su adolescencia se unió al Rio Ave, un equipo de primera división que su padre entrenaba.
La toma modelo de Mourinho, aceptada por los fans y detractores, es que tuvo una insignificante carrera como jugador. Nacido en Setúbal, al sur la refinada ciudad de Lisboa, su familia tenía profundas raíces en el mundo del fútbol: su padre Félix era portero, alguna vez internacional con la selección portuguesa; su tío Mario Ledo, quien era dueño de una fábrica de sardinas, construyó el estadio de fútbol para el equipo local, Vitória de Setúbal. Mourinho fue defensa y en su adolescencia se unió al Rio Ave, un equipo de primera división que su padre entrenaba.
La creación del
mítico Mourinho nació en 1982, cuando con 19 años fue
suplente contra el Sporting de Lisboa, el equipo que lideraba la liga de
Portugal en esos tiempos.
Uno de los defensas
del Rio Ave se lesionó, y cuando Félix estaba a punto de llamar a su hijo, fue
informado por el presidente del club de que si jugaba José, Mou nunca volvería
al Rio Ave otra vez, y Félix sería despedido como entrenador. Padre e hijo
vieron a su equipo perder 7-1 y desde la grada Mourinho decidió que nunca
soportaría tal humillación de nuevo. A partir de ese momento, se fue a
empresariales un sólo día y acabó en la universidad de ciencias del deporte
que, finalmente, le abrió el camino hasta los entrenamientos de equipos de
fútbol.
Mourinho discute
algunos de los detalles específicos pero sobretodo la conclusión. "Si la
gente piensa que porque yo no fui un gran jugador me sentía frustrado no lo
estaba" dice. "No, en absoluto. Disfruté de mi fútbol incluso jugando
en segunda o tercera división. Desde el principio sentí que era mucho más un
entrenador que un jugador, así que cuando termine mis estudios académicos fue
un salto natural ir en esa dirección. Hice con mi vida lo que siempre quise
hacer”.
Entonces, ¿de dónde
viene el impulso de Mourinho? Para demostrar algo a su padre, tal vez, o para dar
una lección a todas las personas que dudaron de su grandeza?
Para Mourinho, la
explicación de su ascenso es bastante más monótona: él sólo trabajó muy duro.
Primero José trabajó con niños discapacitados, después se convirtió en
entrenador de educación física y finalmente, en 1992, se contactó con Bobby
Robson y empezó a trabajar con él como traductor en el Sporting de Lisboa.
Con Robson trabajo en
el Oporto y el Barcelona y cuando Robson fue destituido del Barcelona, Mourinho
se quedó en esa institución y se hizo indispensable para Louis van Gaal.
Durante todo ese tiempo, escribió en un diario al que llamó 'la Biblia', y
adecuo su "metodología".
Incluso desde que se convirtió
en un entrenador de éxito, rodeado de asistentes, la ética de trabajo de
Mourinho se ha mantenido intacta. En la autobiografía de Ibrah, 'Yo soy
Zlatan', este hacía referencia a ello: "Trabaja el doble que el resto.
Vive y respira fútbol las 24 horas del día. Nunca he conocido a un entrenador
con ese tipo de conocimientos. Sabía todo, hasta el número que calzaba el
tercer portero del equipo rival."
"No es una
obsesión" señala Mourinho. "Creo que los detalles son importantes:
los detalles hacen que mejoren los jugadores, que el equipo sea mejor, ayudan a
ganar. Por supuesto, hay algunos jugadores que por sí mismos pueden hacer que
un equipo se vea mejor de lo que es. Pero, básicamente, el fútbol trata de los
equipos y los equipos son mejores si se preocupan por los detalles. Por ello,
no es una obsesión, mi experiencia me dice que los detalles pueden marcar de
forma definitiva la diferencia".
Pero, como reconoce
Mourinho, miles de entrenadores lo saben todo sobre el fútbol. Donde cree que
puede haber la mayor diferencia es en la psicología de sus jugadores. A veces,
las estrategias son del nivel más bajo. Decir a Ibrahimovic en el descanso de
un partido en el Inter que dé su premio a mejor jugador extranjero de la Serie-A
a su madre; o su insistencia en que un agotado Wesley Sniejder se tomara tres
días de descanso en medio de la temporada para irse a una playa de Ibiza.
Una de las situaciones
más interesantes las vivió con Adrian Mutu, poco después de que Mourinho
llegara al Chelsea por primera vez. Mutu fue un jugador poco común, pero con un
temperamento cuestionable, comprado en la primera oleada de gastos de
Abramovich.
Mourinho habló con
Mutu y le dijo que se encontraba en una encrucijada: podía luchar y luchar y
lograr algo especial en el Chelsea, como alternativa, ya que era rico, un rey
en Rumanía, podía estar satisfecho con eso. "Pero cinco años después de
dejar el fútbol nadie se acordará de ti" aseguro. "Sólo si haces
cosas grandes, eso es lo que hace historia." No mucho tiempo después, Mutu
dio positivo por cocaína y fue suspendido por siete meses. Su carrera entro en
declive. Con el FC Petrolul Ploiesti consiguió un título de la liga rumana y la
copa a su nombre.
Lo que queda claro, es
que una vez que has leído decenas de testimonios de jugadores antiguos y
actuales, es la sofisticación con la que Mourinho se acerca al aspecto mental
del partido.
Tiene una gran
habilidad para medir el estado de ánimo. Brendan Rodgers, el ahora entrenador
del Liverpool describió que el estar trabajando bajo las órdenes de Mourinho
durante tres años en el Chelsea fue como "estar en la Universidad de
Harvard."
Cuando el Chelsea jugó
contra el Manchester United en enero, su charla de grupo duró menos de 10
segundos: "Los grandes partidos son para los grandes jugadores. Si eres un
buen jugador, sal y gana." Cosa que, por supuesto, hicieron: 3-1. Mourinho
se encoge de hombros, "Simple. No hay nada más que decir”.
Los jugadores que han
trabajado bajo las órdenes de Mourinho hablan de una atención constante, sus
teléfonos recibían sin descanso consultas a través de mensajes de texto: ¿Cómo
dormiste? ¿Estás comiendo bien? ¿Estas contento? Esta última pregunta se
repetía una y otra vez.
Él es conocido por
acercarse a las novias y esposas de sus jugadores a las que les dice que tienen
una sola misión: mantener a su hombre, a su jugador feliz. La destreza de
Mourinho con los idiomas hace que le sea posible realizar esta petición de
forma personal y directa.
"Es importante
entender las cosas", dice Mourinho. "A veces un jugador tiene un
nivel de rendimiento descendente y no entiende por qué. Él entrena así, no está
lesionado, todo parece perfecto, pero él no está rindiendo. ¿Por qué? Debe
haber una razón. Pero tienen que confiar en ti. No soy un policía, por lo que
no persigo a mis jugadores fuera de las instalaciones del club. Incluso si mis
clubs están dispuestos a hacerlo, yo no lo permito. Es su vida y su
privacidad."
Durante sus tres años
como técnico del Real Madrid, parecía decidido a acabar con el Barcelona, posiblemente
el mejor club de la historia, cuyo líder era Pep Guardiola. La batalla en mayor
parte se libró verbalmente, pero en 2011 se convirtió en física cuando Mourinho
puso el dedo en el ojo a Tito Vilanova durante una tangana durante el partido.
En la rueda de prensa posterior, Mourinho se refirió al segundo de Guardiola
como "pito", pero más tarde se disculpó.
Para Mourinho, el
comportamiento fuera del campo le resulta exagerado. "En el fútbol, el
único juego que conozco es el de 90 minutos", dice. "No importan los
juegos, yo no trato de hacer eso. El período antes del partido puede ser
importante para influir en las opiniones, caracteres, personalidades,
sentimientos y, por supuesto, yo los uso para influir en mis jugadores, en los
rivales, en los seguidores, pero para mí, el único juego en el fútbol es el de
90 minutos.
¿Alguna vez permite
que los enfrentamientos se conviertan en algo personal? "No, nunca he
hecho eso", insiste. ¿Y qué paso con Pep Guardiola o con Arsène Wenger?
"Prefiero jugar contra los mejores jugadores, los mejores equipos y los
mejores entrenadores. Nunca es personal."
Mourinho insiste en
que rara vez ha sido más feliz que ahora. Él está con un ánimo excelente, sobretodo
teniendo en cuenta que 24 horas antes estaba en París en el quirófano dispuesto
a sanar una antigua fractura de codo.
Mourinho llegó a la
sesión de Esquire con su hija Matilde, de 17 años, quien tiene un incipiente
interés por la fotografía, ella pasó todo el rato preguntando a Simon, el
fotógrafo, cuánto le pagan en ese trabajo y qué programas puede necesitar para
la edición. Es dulce.
Para la foto
definitiva Mourinho está obligado a mantenerse de pie y, como la pelota va
volando, él alarga su brazo izquierdo. Él teatralmente aúlla, pero realmente lo
hace para entretener a su hija. Matilde se encuentra presente en nuestra
entrevista, un poco aburrida. Pregunté a Mourinho si le podía hacer una
pregunta a ella y él responde: "Por supuesto."
"En casa, ¿Ven mucho
fútbol juntos?" Pregunto.
Matilde comienza a
abrir la boca, pero Mourinho no puede detenerse. "¡No!" sonríe.
"En nuestra casa, somos dos y dos. Madre e hija están aisladas del fútbol.
A ellas les gusta que yo gane, se preocupan por mi felicidad, pero no viven
para el fútbol.
José Mario Jr, por su
parte es un joven que está entre los 13, 14, 15 años y definitivamente está
involucrado en este deporte. Así que somos dos que viven por el fútbol y dos
que son más inteligentes que los hombres de la casa.
Mourinho disfruta
claramente el fútbol en Inglaterra. La naturaleza bipartidista entre el Madrid y
el Barcelona comenzó a generar desconcierto incluso en él, así que ha sido
refrescante llegar a un país donde cuatro o cinco equipos están compitiendo por
el título. Mourinho ha sufrido insultos de los seguidores de equipos rivales en
la Premier League, pero él cree que no se trata de una hostilidad real. No como
España, donde cuando lo llamaban hijo de puta, sabía que lo decían en serio.
Mourinho admite que la
Premier League es un poco aburrida sin Ferguson. "Lo echo de menos, lo
echo de menos." En contra de lo que parecía la pareja siempre pudo tomarse
un vino tinto después del partido o intercambiar botellas de vino caro.
Mourinho descubrió que
tenían más en común que en contra, un cumplido que no puede hacer a muchas
personas. “¿Sir Alex tiene setenta y algo, no? Él acaba de terminar su carrera
y en el primer año tras su retiro va al fútbol cada fin de semana. Pensé que
disfrutaría de otras cosas, pero él cada vez está más involucrado.
Mourinho no se imagina
estando unido a un club por tantos años como Ferguson. Actualmente planea dejar
el fútbol a los 65 años, después de una docena de años en 'su chelsea'
dominando el fútbol mundial y luego dos años y con la selección portuguesa para
disputar el mundial. Él ve el entrenar al seleccionado nacional como un síntoma
de vejez, como el interés en la jardinería. "No es un trabajo que me
gusta", dice exhalando con desaire. "Hay que esperar dos años para
tener una competición. Hay muchos partidos fáciles, amistosos, partidos de
clasificación. El entrenamiento es de dos días al mes."
Se toma la cabeza,
realmente no tiene sentido para él. "Yo no necesito escapar del fútbol.
Sólo necesito un par de semanas en el verano para estar en algún lugar
tranquilo, una playa. Eso está bien para mí."
Debe ser bueno ser
Mourinho. Vivir sin dudas. Estar tan seguro de sí mismo que el éxito se convierte
en indiscutible. Dormir ocho horas cada noche, mientras que sus rivales están
dando vueltas en la cama, despertarse para encontrar pelo en su almohada. ¿Será
su vuelta al Chelsea un éxito?
"Cuando decidí volver, sabía que había riesgo de que las cosas pudieran salir mal. Pero no tengo miedo. Confío en mí y creo que puedo hacerlo de nuevo. No tengo miedo de perder mi trabajo y cuando no tienes ese miedo, no sientes presión. No estás muy preocupado y puedes expresarte de una manera diferente. Eso te hace mejor, creo".
"Cuando decidí volver, sabía que había riesgo de que las cosas pudieran salir mal. Pero no tengo miedo. Confío en mí y creo que puedo hacerlo de nuevo. No tengo miedo de perder mi trabajo y cuando no tienes ese miedo, no sientes presión. No estás muy preocupado y puedes expresarte de una manera diferente. Eso te hace mejor, creo".
Traducida por: Wendy Frade Rojas (@WenSpecialOne)
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